KENIA UNIV
CRÓNICAS DEL VIAJE
Viento en Popa
Un Viajero Más
Muy buenas tardes. Aquí desde luego las son. Soy una viajera más, una compañera de su hijo, hija, o en plural. Y hoy, me dirijo a vosotros para contaros lo que he visto y estoy viendo.
Todos por Todos (Eldoret)
Todos por Todos (Turkana)
Parece mentira que ya estemos a día 23, estamos disfrutando tanto... seguimos a tope con los compartiriados. Esta semana uno de los grupos ha continuado la reforma del centro de ancianos y enfermos de Caritas, y hemos querido dejar nuestra huella escribiendo Hakuna en una de las paredes. Moni y Jimena nos cuentan que hoy han llevado el dinero recaudado por todos para comprar uniformes y material a los niños de la calle y que puedan ir al cole. Y como mañana es el ultimo día, recorreremos Lodwar para repartir ropa a todos. Este mes está siendo increíble. Como dice Josepe, hemos aprendido a romper los límites mentales que nos ponemos a nosotros mismos y nos quitan libertad. Quien nos iba a decir que durmiendo 5 horas diarias íbamos a tener tanta energía. Creo que ninguno de nosotros nos imaginábamos lo que era la pobreza cuando aterrizamos aquí, pero sin embargo, que pobres hemos sido a veces y que ricos son ellos, que les basta una caricia para creer de su día, un día valioso.
Este finde nos hemos ido de escapada y por fin nos hemos encontrado con nuestros amigos de Eldoret. 150 tiendas de campaña, 300 personas, que ni se imaginaban la pedazo excursion del sábado por la mañana. A pesar de la sed y el cansancio al subir la montaña, las buenas vistas y la compañía merecieron la pena. Después, por la noche, celebramos misa y Hora Santa en una explanada entre las montañas. Tuvimos la suerte de poder disfrutar de un cielo lleno de estrellas, los paisajes africanos son tan mágicos... El domingo antes de irnos, fuimos a una misa africana. Resulta increíble ver como reciben a Cristo con tanta alegría, sin parar de cantar y bailar. Escandalosamente alegres. Por fin cargamos las paelleras, guitarras, macutos, tiendas... en los matatus (autobuses keniatas) y tras un largo trayecto llegamos a casa. Exacto, a casa, porque poco a poco nos hemos convertido en una familia y hemos hecho de Nawoitorong (el hotel) nuestro hogar.
Ayer por primera vez nos sorprendió la lluvia en Lodwar. Cuartos inundados, goteras en el techo y una misa pasada por agua. Sin embargo, a pesar del agua continuamos con la misa, viviendo cada momento con más intensidad que nunca. Fue brutal como cada uno puso su granito de arena. Algunos corrieron para proteger el equipo de sonido, otros sujetaron las lonas del techo con lo primero que pillaron como por ejemplo las guitarras... Una vez más, todos por todos.
Papá y mamá, que poco hace falta para estar bien. Como comentábamos en el bus, hemos aprendido a valorar muchas cosas como el internet o una lavadora, pero también nos hemos dado cuenta de que todas esas cosas no son necesarias para ser feliz. La semana pasada el pedazo equipo cocina nos preparó una pasta boloñesa que nos supo a casa y nos acordamos mucho de vosotros. Creedme si os digo que os llenaría de orgullo ver como funcionamos aquí, como nos cuidamos los unos a los otros y como nos transmitimos la fuerza necesaria para continuar cada día dejándonos la piel en el barro. Muchos notaréis el cambio y realmente estamos ansiosos por demostraroslo. Sin vosotros no habría sido posible tanta ayuda, os queremos y estáis en nuestras oraciones todos los días.