A los trabajos llamados acción social o voluntariados preferimos llamarlos compartiriados porque queremos subrayar que son ratos que compartimos, cada uno lo que tiene: quizá ellos su enfermedad y nosotros nuestra salud, ellos su ingenuidad y ausencia de malicia y nosotros nuestra capacidad intelectual, ellos su pobreza material y nosotros nuestra buena situación. No queremos ir a dar: queremos compartir.
Normalmente los organizamos en colaboración con las más variadas instituciones que trabajan para personas con alguna necesidad. Otras veces tratamos de encontrar alguna necesidad no cubierta, o alguna acción beneficiosa que no se realiza y la organizamos. Los grupos de matrimonios realizan compartiriados en los que puedan aportar como matrimonio. Sobre todo, queremos que les llegue la misericordia de Dios a través de nosotros, y a nosotros a través de ellos.