ORACIÓN DEL PRINGADO
Yo me entrego a ti, mi buen Dios, porque quiero pringarme por tu Iglesia siguiendo,
junto a los demás miembros, en comunión con ellos, el estilo de vida de Hakuna.
Señor, me arrodillaré ante ti en la Hostia,
danos una vida de rodillas ante el misterio y ante cada rostro.
Señor, me abriré a los alejados,
contágianos Tú la pasión por que no se pierda ninguno.
Señor, te buscaré vivo en el Evangelio, liturgia y sacramentos,
muéstrate como nuestro pobre loco.
Señor, sonreiré y miraré a los ojos,
recuérdanos que no hemos venido a criticar ni a juzgar sino a salvar.
Señor, abrazaré cada realidad con la no-medida de la cruz,
devuélvenos la unidad, y transfigura ya nuestra carne.
Señor, iré a las fiestas buscando que sean momentos de Vida,
haz que te encontremos sufriente en los sedientos de placer.
Señor, agradeceré tu confianza cada nuevo día,
que un profundo sentido de tu presencia haga de cada día una fiesta.
María, madre de Hakuna,
que contigo solo sepamos decirle ‘Sí’, que vivamos de rodillas,
abrazados y abrazando, con alegre cara de resucitados,
y recuérdanos rezar todos los días, todos por todos.