¿Se puede aprender a sufrir? Cavilaciones y desahogos de un intruso.
¿Se puede aprender a sufrir? Cavilaciones y desahogos de un intruso.
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¡Cuántas veces preguntamos por el sentido del mal y del dolor! La contestación es personal: se encuentra en el interior de cada uno, solo en el interior.
A quien quiera aprender, le convendrá adoptar la actitud de aprendiz. Y, libre de prejuicios, introducirse en el mundo del dolor y del sufrimiento como un intruso. Introducirse y pensar, pensar por libre. Estos son las cavilaciones de un intruso, cavilaciones cualesquiera de un intruso cualquiera. Razón e intuición, cabeza y corazón van a la búsqueda de sentido: así, las cosas son más sencillas
Entrar por las distintas puertas e ir hasta las experiencias personales iluminará nuestros sucesos trágicos y duros. Estas nuevas luces permitirán que el sufrimiento brilla con luz propia. Respetaremos su protagonismo. Aprenderemos a tratarlo. Llegaremos a entenderlo y valorarlo. Lo viviremos con paz